lunes, 20 de diciembre de 2010

impasse






    Lo realmente grave de los espejismos sucede cuando se revelan como tales.

    Esto ocurre –generalmente-, cuando quien los contempla comete el error -cobarde- de buscar la alternativa a la fantasía. El espejismo parece ser demasiado dulce, uno lo sabe. Quizá finalmente se esté barajando de nuevo. Pero no puede ser así. Es difícil concebir un oasis cuando la sed aprieta desde hace tanto.

    Ante el espejismo, hay tres opciones posibles (siempre son tres). La primera consiste en alejarse inmediatamente de él; ignorar su (hipotética) existencia y seguir camino, sumergirse aún más en la desolación y aferrarse a la esperanza de futuras tentaciones.

    Otra alternativa es la duda. Acercar la mano y esperar a no tocar el bello holograma, implorar por el triunfo final de la lógica y la coherencia. Quizá el hechizo se esfume pronto, tal vez demore un rato más. De cualquier forma, sólo se trata de un espejismo. Este camino es el más adecuado para aquellos que necesiten pruebas de cordura y buen juicio.

    Finalmente, queda aceptarlo e inmediatamente ignorar lo que verdaderamente está sucediendo. Tomar al espejismo como la única realidad; la nueva realidad. A partir de entonces, el caminante lo  concibe como nuevo punto de partida.

    Paradójicamente, al llegar a este punto, se desconoce la irrealidad propia del espejismo y se llega a la convicción de que de que se navega la llana realidad, aquella que lo obliga a retomar su búsqueda de nuevas ilusiones.   

    Se cree que hay tan sólo un instante en el traspaso de realidades en que se experimenta un inmenso placer; aquel que consiste en la felicidad que produce tener la capacidad para tomar la fantasía como la opción acertada  justo antes de creerla verdadera.

    Es por este instante único que vale la pena entregarse a la belleza del espejismo.

    Depende de cada uno extenderlo el mayor tiempo posible. 


Espejismo (Beilinson-Solari)

La tierra gira, hoy, menos veloz.
(en ciertas cosas, el diablo siempre es neutral)
Pasará, ya pasará 
este espejismo pasará.

Cerrá los ojos y ves la boutique del rock
y sus jugadas que siguen saliendo bien.
Lo mejor de nuestra piel,
Es que no nos deja huir...

Contra las cuerdas vas a desafinar
canciones tristes, dueñas del corazón
Borra el rastro tu dolor
y ya no te arrepentís.